El mundo al revés
En una casa en la Alameda de Acho, frente al río, parejas de hermosos caballos se pasean sentados en carruajes, jalados por seres humanos. Estas pobres criaturas visten de traje aun con el sol abrasador sobre sus calvas. Uno de ellos mira absorto hacia el río, reconociendo el mismo absurdo en otra víctima. Le vociferan algo desde atrás, pero no alcanza a girar. Antes de intentarlo, es arreado de su ensueño. Sospecha que algo no anda bien. Lo siente y lo reconoce en ese pescador que es atrapado por un pequeño pez.
Paola Franco Arias