Tal vez he olvidado los recuerdos… de todos mis conocidos. Los buenos momentos; si es que a eso, le llamamos bueno. No es nada de lo que me arrepiento.

Todo lo hice de corazón sin esperar nada a cambio; escuchar y ser escuchado. ¡Nadie me escucho  a mi! 

Mentira… si quería recibir algo a cambio.

Era el examen de mi vida  y escapé; tuve un ataque de pánico y no aguante el desprecio de los que deseaba se quedaran en mi vida.

Espera hasta mañana para conversar, y no te desanimes… es todo lo que dicen. 

Te encuentras muy lejos; mejor esfuérzate por venir  y cuéntame lo que te aflige… eso es lo que dicen.

Soy ingenuo, un día lo entenderé, escucho de todos.

Siempre dar el primer paso. Afrontar tus miedos, esperar lo mejor de la situación; y aún así no escuché mis errores.

Y por cierto… tienes que cambiar, te volviste grosero y egoísta. 

¿Dónde está la gloria en ese consejo?

Aún así, no logro sostener mis problemas; como elegir entre ser frío o caliente, si es palpable que la tibieza resulta ser tan confortante.

Fui honesto y abrí mi oscuridad;  ¡claro! que eso asusta. Al parecer siempre prefieren  alguien tibio. 

Me gustaría un lugar al que pudiera llamar mío; tener una conversación, y despertar cada día; sería un comienzo nuevo.

Y aún así no me quejaría, de mi corazón herido.