Una mujer es unión
Es un grito intenso en el más profundo silencio
La sororidad es una madeja del destino
Que se entrelaza uniéndolas a todas
Creando una red pura y resistente.
Es una respuesta en un muro de injusticia
Es una mano amiga, fuerte, protectora y leal
Ser sorora es brindar calidez en el más frio escenario
Es velar por tus pares con virtud y fortaleza
No se debe ser juez para mantener la justicia
No necesitas cargo ni medalla para reconocer la verdad
Ni ser gobernante para guiar ni velar por la paz
Pero se necesita ser mujer, para oír un grito sordo en la oscuridad
No somos perfectas,pero somos auténticas y la historia nos da la razón.
Todas tenemos un valor de nacimiento, una fuerza única sobre quiénes somos
Carmen Martín premiada por escritos de contemplación, reflexión y cotidianidad
No queremos admirar la vida, buscamos aprender de ella
Somos observadoras panorámicamente de vivencias
Desde el trono hasta el polvo
Todas somos Cleopatra, Ana Bolena incluso Juana de Arco
Somos luchadoras y patriarcas de nuestra gente
Tenemos todo el poder en nosotras, pero el poder no es nada sin amor.
Cargamos en nuestra espalda el peso de nuestro corazón
Llevamos en nuestra sangre el linaje de la guerra
En cada pisada liberamos el polvo de nuestra lucha
En nuestros brazos están las marcas de la historia
Caminamos con el recuerdo y el conocimiento del valor
Y consideramos con altura de mira cada situación
No peleamos con el resto, defendemos nuestra posición.
El mayor poder de una mujer está en dar vida, dejarla crecer y luego traerla al mundo
De la fuerza de su mente y el poder su palabra está constituida su fortaleza
Ya que una mujer guerrera es una mujer consciente del poder de sus ovarios.
Un órgano que posee el manejo de nuestros temores.
Porque no hay nada más humano, que dejar la batalla antes de levantar el arma.
Peleamos con nuestras voces, luchamos latido a latido, no por un país más justo
Sino por un mundo sostenido en los pilares de la verdad y el valor.
