La oruga Pepita es mi proyecto favorito. Este cuento escrito, ilustrado, editado y maquetado por mí, hace una crítica a los estereotipos que se encuentran tanto en el mundo infantil, como también de algún modo, en el mundo adulto.
Pepita es una oruga que viene de muy lejos con su mama. Pero al llegar a la nueva escuela nadie quiere jugar con Pepita. ¿Y porque? Porque Pepita es una niña de color azul, y las niñas no podemos ser azules, sino rosas. La oruga, un día de lo triste que estaba le empezó a entrar mucho y mucho sueño y estuvo durmiendo como dos semanas seguidas. Al despertar, Pepita se había convertida en una hermosa mariposa de todos los colores del mundo. Y al volver a la escuela todos sus amigos querían jugar con ella. Pepita les enseña a sus amigos que lo importante no está en la apariencia, sino en el interior, ¡Y que no importa si una persona es roja, amarilla o morada!
Este proyecto fue resuelto en tres semanas, aun que estoy contenta con el resultado, con un poco más de tiempo hubiese podido mejorar un poco más las ilustraciones.
