PENSADERO ITINERANTE
TRANSMILENIO - BOGOTÁ
Mientras avanza, preparo de manera ceremonial mis objetos para sentarme lo más cómodo posible, el movimiento me abraza, sus sonidos me transportan, el tiempo desaparece y comienza mi viaje. Junto a cientos de personas en la misma frecuencia, junto a cientos de personas compartiendo sus relatos imaginarios, inconscientemente tratando de conectar con otros. “¿A lo mejor, llegue el día donde los hombres abandonen su identidad física y mental, para conectarse con otros, así formar una sola conciencia?” Me preguntaba ilusionado.
En fin, el bus anunciaba el final de mi recorrido “Siguiente parada, portal Norte”. Me bajo, espero a otro “Pensadero Itinerante”. Me ubico siempre del lado derecho, siempre en las sillas intermedias del último vagón, esas que son un poco más altas, y sobre todo, siempre solo. Con la vaga esperanza de volver a encontrar y abrazar a mis pensamientos ya depositados en estos bancos imaginarios.